Textos sueltos

En las varias libretas que he ido acumulando con los años siempre encuentro escritos que me son difíciles de clasificar, no pretenden ser poemas ni mucho menos, tampoco se trata de ejercicios literarios, son quizás conversaciones internas que se llevan a la hoja y que quedan como memoria de algún momento de la vida. Son solo eso, pensamientos:

No puedes imaginar siempre las cosas inmensas, no puedes llevar a Dios en tu mente creyendo que es posible cargar con el universo entero, no eres tan grande ni tan pequeño como para que ese sea tu oficio. Igual que la hormiga no eres, pero igual que ella sí que puedes llegar a ser, cuando poco a poco construyes, cuando, ocupado de las diminutas cosas, hagas parte de la inmensidad, cuando, como en el mínimo actuar de la semilla seas la potencia del árbol que crece poco a poco, imperceptible a la mirada pero constante, resistiendo el tiempo y sus ataques, incluso sus regalos. Así, y cuando menos lo esperan (los otros y también tú), los que antes te miraron sin ver o dejaron de hacerlo, te sabrán ahora inalcanzable, fuerte, inmenso. Tú mismo serás consciente del crecimiento, pero no guardes orgullo en ello.

Asímismo el Universo que se expande lentamente mientras también se consume, afuera y arriba, en tí, en el mundo de las ideas, en el plano de la mente que todo lo crea si es que lo crees. Primero eres tú, después estarás en lo demás, en la unión del gran pensamiento.

Así mis palabras en una conexión que nunca termina y que nace con esta nueva vibración.

2 respuestas a “Textos sueltos”

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